jueves, 2 de abril de 2009

Carta al Jefe del Departamento de Periodismo de la UES.

Con la firma de los acuerdos de paz, se garantizaban muchas libertades para el pueblo salvadoreño, pero como hemos podido comprobar con el tiempo, muchos de esos acuerdos no han sido alcanzados y hasta se han intentado paralizar.

El área que me compete en esta ocasión es el de la comunicación, aún cuando no quiero profundizar en algo que ustedes conocen mejor que yo, el hecho es que la garantía de los espacios democráticos en los medios de comunicación, con igualdad de oportunidades para todos, es una ilusión y en este país, aquellos que son propietarios de los medios de comunicación tienen la facilidad de expresar sus opiniones y razonamientos, mientras que la gran mayoría de la población, incapaz de influir en estos, no tienen más remedio que participar como receptores.

Es notable que con el tiempo, los espacios democráticos en los medios de comunicación van apareciendo y empiezan a poner de manifiesto el sentir y pensar de las mayorías, que debería ser uno de los objetivos primordiales de todo medio de comunicación, y rompen con la tradicional prensa oficialista que se ha venido haciendo en el país. Algunos falsos razonamientos han logrado ser desmentidos gracias a estos nuevos espacios, creando un contrapeso en la versión de los medios masivos y sus propietarios, debilitando el efecto malintencionado que la comunicación irresponsable y anti ética de los grandes medios pretende esparcir como verdades absolutas.

Con los acuerdos del 92, la guerra paso a un estadio diferente, el de las ideas, en donde tiene mayor ventaja aquel que tenga mayor capacidad de llevar sus ideas a las mayorías, dando inicio en nuestro país a lo que se le conoce como la guerra de cuarta generación, razón por la que, a partir de esta fecha, el poder real en El Salvador inició una gran inversión en la modernización de sus medios comunicacionales, o lo que es igual, de su ejército y su arsenal respectivo.

El departamento de periodismo de la UES es, sin duda, fuente de guerreros para esta lucha, pues el deber de un revolucionario, no sólo está en la guerra armada, ya que como dijo Schafik, antiguo estudiante y dirigente estudiantil de dicha universidad: “al dejar las armas, no estamos abandonando nuestras convicciones ni nuestra calidad revolucionaria...Cuando iniciamos, no teníamos armas, pero sí mucha convicción, voluntad y calidad revolucionaria”.

No podemos dejar que todos nuestros guerreros de la luz vayan a parar al ejército de la oscuridad, del miedo, de las prebendas. En el conflicto armado, muchos de los jóvenes se entrenaban en el ejército del gobierno, para luego incorporarse al ejército del pueblo… que no nos hagan lo mismo en esta nueva etapa de lucha.

Por estas y otras razones es que creo imperante que propuestas como esta sean tomadas en cuenta, pues, si la Universidad no puede encontrar y promover formas que garanticen el derecho a la difusión de las ideas, ¿quien entonces?.

Es indudable que el elemento social con que se imparten los conocimientos en el departamento de periodismo es necesario e invaluable, pero hay que tomar en cuenta que ya no se trata sólo de crear periodistas redactores, en esta nueva etapa, se trata de crear profesionales de la comunicación, con la capacidad, no sólo de expresar su pensamiento, pero también, con la capacidad de crear y utilizar los medios disponibles para difundir este pensamiento a las mayorías, aspecto en el que me parece adolece mucho este departamento, aunque recién lo voy conociendo.

Existen muchos centros de estudios superiores en el país, pero no se pueden mencionar los más reconocidos, sin notar sus esfuerzos en la comunicación. El caso de la UCA y su centro de producción audiovisual o la radio YSUCA, la Tecnológica y el canal 33, además de su radio universitaria, la Gavidia y su señal de TV por cable, en fin, los ejemplos son muchos y variados. Lo que me lleva a cuestionar la falta de iniciativa en esta área por parte del centro de estudios superiores más antiguo y respetado del país y del cual formo parte, al menos por el momento.

Sé que las razones son variadas, las conozco muy bien, pues son similares a las que no me permiten a mí, como sujeto social de transformación, continuar con mis esfuerzos de forma individual, por lo que no traigo en este momento quejas ni preguntas sin respuesta, sino, más bien, proposiciones y razonamientos que nos permitan trabajar juntos en la construcción de los primeros pasos de la producción independiente ya no sólo de medios de comunicación que permita elevar el nivel de información de la población, pero de medios de transmisión del pensamiento crítico y racional, que permita la formación integral de los periodistas.

Los que estamos en contra de la paralización mental y el proceso de desinformación que se está llevando a cabo metódicamente en el país, debemos buscar, cuando no crear, los medios para contrarrestar estos efectos, pero como explica el periodista Walter Raudales “Para ello es necesario un contrapoder mediático. La existencia de medios que ofrezcan la versión contraria, utilizando las mismas tácticas que el poder avasallador. La única salida que tenemos los excluidos es creando un contrapoder mediático. Hacer comunicación desde los excluidos, usando las últimas tecnologías y las mismas armas del gran poder mediático.”

Los medios masivos y sus propietarios no dan tregua, están día tras día construyendo su estructura mental hegemónica y presentándosela a la gente como la verdad, imprimiéndola en sus conciencias. No veo porque la Universidad y más específicamente, el departamento de periodismo, tenga que jugar un papel tan pasivo ante esta realidad; es cierto, cada esfuerzo requiere de una cierta inversión (¡si lo sabré yo!), pero les puedo asegurar que en el caso de una unidad de producción audiovisual, puede ser una inversión muy productiva a un costo relativamente bajo al paso que va la tecnología y los resultados en la dimensión del combate a la ignorancia y la desinformación, como dicen por ahí, no tiene precio, para todo lo demás ¡existe mastercard! JAJAJA.


En primer lugar hay que diferenciar que no es lo mismo la unidad de producción que los proyectos de producción, en el primero encontramos el elemento humano y material que formará parte constante del proceso de producción, es decir el equipo y el personal a cargo de las actividades, mientras que en el segundo encontramos los insumos que serán materia de producción, es decir, las temáticas y sus dimensiones de producción (locaciones, tiempo de rodaje, de edición, es decir, todas las acciones comprendidas desde el inicio de la planificación hasta el producto final de un audiovisual).

Esta propuesta está apoyada en producciones audiovisuales en las que he trabajado con un equipo muy reducido. Dejo como respaldo sobre la calidad visual y de contenido que esta unidad mínima puede alcanzar y rebasar, el audiovisual CONTAMINERIA, que he producido bajo circunstancias, repito, bastante mínimas, pero que con su uso efectivo, es capaz de reproducir y difundir el pensamiento de sectores marginados o ignorados, para el caso, dicho audiovisual puede ser visto en youtube en cinco partes, basta buscar contamineria 01, 02, 03, 04 y 05.

El recurso material mínimo consta de una cámara, micrófono y una buena PC para editar, ni más ni menos. Recursos con los que el departamento ya cuenta. En cuanto al recurso humano, he podido comprobar que cuando se quiere, con uno sólo basta, pero como la idea es llevar al estudiante a la práctica real, en donde el compañero que está con la cámara está grabando secuencias que serán utilizadas en un proyecto serio, las oportunidades para los más aplicados son enormes, locución, edición, cámara, entrevistas, post producción, animación, todo depende del proyecto que esté en marcha y la etapa en la que se encuentre.

Las etapas que se pueden diferenciar en momentos distintos son, a mi juicio:

La etapa de planificación y recopilación de información, (incluye la realización de la línea base del guión)

La etapa de rodaje y producción,

La etapa de montaje y edición, regulación y mezcla de audios, etapa de post producción, estas tres partes del proceso, en mi caso particular las llevo de la mano, pero puede ser el caso de separarlas en diferentes momentos.

La etapa de revisión y finalización.

Obviamente, el recurso material no se utiliza en todas las etapas del proceso, por lo que con una buena planificación, la unidad de producción audiovisual puede hacer uso de este recurso sin afectar el desempeño de las cátedras y otras actividades en que se hace uso de este equipo, además de imprimirle un factor positivo: la efectividad en el uso del equipo.

Fácilmente se puede adecuar las etapas de producción, planificando, buscando información, visitando locaciones y personas, es decir, hacer trabajo de campo, mientras se utiliza el equipo en actividades académicas y pasar a la producción y post producción cuando este más libre, eso para buscar la participación de los estudiantes en las etapas del proceso, creo que sin importar de cual se trate, será una gran experiencia para ellos.

Desconozco los detalles de cómo se manejan los equipos y las actividades para las que son utilizados, pero creo haber explicitado una línea general de acción, que gracias al conocimiento que ustedes poseen, no necesito profundizar en más detalle, para que comprendan que estoy hablando de algo tangible y mi trabajo está como prueba de mis palabras.

El deber de la Universidad y sobre todo del departamento de periodismo, de convertirse en un contrapoder mediático, hacen de este tipo de proyectos, una necesidad más que un lujo y seguramente, los estudiantes de la carrera que participen en las actividades de dicha unidad se verán beneficiados con una cuota de experiencia, a mi parecer, invaluable.

Otras funciones de la UPA

Además de la producción de audiovisuales cuyas ramas principales serán la conservación y difusión de la memoria histórica del país y la generación de contrapeso en las versiones mediáticas de los hechos acontecidos en la realidad nacional, con el objetivo primordial de combatir la ignorancia y la desinformación por medio de la producción audiovisual, también se puede trabajar en audiovisuales de apoyo para algunas de las asignaturas, como por ejemplo, para las cátedras de Teoría de la Comunicación y Movimientos Sociales en El Salvador, en temas muy particulares, hasta constituir una variada videoteca de apoyo al aprendizaje de los estudiantes, renuentes a leer pero excitados por los medios audiovisuales.

A medida que el proyecto se fortalezca, se puede ir pensando en la generación de otro tipo de producción, como reportajes especiales, noticieros, capsulas culturales, que permita la participación de más compañeros, las opciones son infinitas, eso, sin tomar en cuenta el poder de producción comercial, que se puede utilizar para apoyar con producción de publicidad a organizaciones que busquen promover algún evento o causa afín a los objetivos de la UPA, poniendo al servicio producción de calidad a aquellos sectores que no pueden financiar la producción de un comercial para la TV por los medios normales.

Esto puede tener dimensiones en las que no se ha pensado todavía en este departamento, funcionar como un aparato reproductor del pensamiento, actividades y el mensaje de los sectores marginados de la comunicación masiva, la elaboración de comunicados de prensa sobre las diferentes actividades, para sólo ser enviados a las estaciones de televisión, etc.

Como pautar ya será trabajo de otro buscar la manera, pero así se van uniendo puntos en la red social por la que viene luchando el pueblo desde la llegada de los invasores del viejo continente y no cabe duda que con la llegada al poder de este gobierno progresista, las oportunidades de democratizar las comunicaciones serán más y mejores.

Como base de la red social que se puede conseguir están las alianzas que se puedan hacer con algunas instituciones e incluso departamentos dentro de la misma Universidad, por ejemplo, el archivo de video de la Universidad y el del Museo de la Palabra y la Imagen son material suficiente para empezar a producir, institución con la cual se podría plantear una alianza de producción y distribución, pues no solamente produce audiovisuales de vez en cuando, pero también es representante de CINERGIA, un fondo para producción audiovisual, porque hay por ahí algunas instituciones que gustan de financiar proyectos como este, pero se necesita una mínima organización administrativa, personería, detallitos... que con la creación de la UPA pueden ser fácilmente superados. El periódico CoLatino, seguramente estaría dispuesto a colaborarnos de alguna manera, como en la participación de algunas entrevistas a personalidades, por ejemplo, y así se pueden ustedes, mejor que yo imaginar la cantidad de conexiones que se pueden ir haciendo, hasta llegar al punto de conectar con la sociedad y sus necesidades de comunicación, al menos eso es lo que pienso y lo puedo defender con hechos no palabras, algo de experiencia, pero sobre todo mucha convicción, voluntad y calidad revolucionaria.

Sé que es un esfuerzo difícil el que se está proponiendo, pero propuestas es lo que se necesita, pero sobre todo, se necesita que actuemos ya, no estar esperando a que algo pase para reaccionar o que un gobierno progresista nos ponga todo en bandeja de plata. Yo al menos, estoy tratando de hacer mi parte, pero el sistema no da mucha correa antes de apretar el cuello.

Los invito a reflexionar sobre este tipo de propuestas y a reaccionar ante la parálisis mental esparcida por los medios masivos uniéndose a la creación del contrapoder mediático necesario para la democratización de las comunicaciones, pero sobre todo de la información, pues la información es conocimiento y el conocimiento nos hará libres, otros dicen que la información es poder y a medida que todos tengamos acceso a la información, todos tendremos una cuota de poder más o menos igual en la sociedad, como sea, es inevitable que, en esta era de las comunicaciones, la academia participe en este proceso si en verdad quiere cumplir con sus objetivos y su lema: hacia la libertad por la cultura.

Y a todas y todos los inquietos del audiovisual y las cámaras los invito a seguir adelante, a crear en movimiento mediactivista que irá naciendo al igual que los nuevos movimientos sociales latinos, un poquito por aqui, otros por allá, pero al final, los objetivos comunes nos unen y se organiza la gente en una gran fuerza social, hasta la victoria, ¡siempre!

“Y la televisión. Aquel proyecto de una TV Venceremos no está eliminado, porque ya se ha comprobado que no necesitamos un equipazo de largo alcance, ¿sabes cómo? El asunto consiste en trabajar con uno pequeño, ¡con tu unidad móvil clandestina!”

Las Mil y Una Historias de Radio Venceremos, pág. 510

Juan Carlos Abrego Solórzano.

Estudiante de segundo año de periodismo de la UES.